¡¡¡¡Beeep, beeeep, beeeeeep...!!!! Un pitido estridente hace que vuelvas al mundo real! Es el despertador y son las 7 de la mañana... te retuerces entre las sabanas... Uff!! piensas mientras intentas recordar... no sabes en que día de la semana estás... ¿Martes?, ¿Jueves?, quizás se te ha olvidado apagar el despertador el fin de semana... ojalá sea fin de semana...
¡Beep, beeeep, beeeeep, be...! Otra vez el despertador... ya son las 7:15 y empiezas a notar que la cama no es tu sitio, así que deshaces una especie de trampa mortal de sábanas y mantas que has creado durante la noche, buscas las zapatillas, te pones en pie y lo primero que viene a tu cabeza es ¡Café, por favor!, así que comienzas a avanzar dando tumbos hacia la cocina... Te zumba la cabeza... No es de resaca. Y empiezas a recordar lo que hiciste ayer... esbozando una pequeña sonrisilla entre la penumbra de la cocina... Creo que la gente llama a eso satisfacción.
Con el café ya en la mano comienza el ritual de todos los días: Intentar buscar algo de luz natural, sentarse en tu silla de estudio Made in Ikea, encender la pantalla del ordenador y después ser deslumbrado como todos los días por el monitor... ahí está... eso en lo que llevas trabajando tantos meses, ese personaje con el que has comenzado a intercambiar opiniones a altas horas de la madrugada y con el que empiezas a notar una especie de empatia que dudas que ya nadie comprenda... y que como siempre en estas últimas semanas, ha sido la causa de que te acostaras a las tantas de la mañana.
Tras unos minutos mirando fijamente a la pantalla... haces unos cuantos Control+Z y un definitivo Control+S, tras lo cual, tus primeras palabras del día son un minúsculo susurro... No está perfecto... en el fondo sabes que nunca lo estará... Suspiras, te levantas de la silla y te acercas a la ventana... y ves un sin fin de coches pasar, a un montón de personas estresadas de un lado para otro, con sus maletines, sus teléfonos... y te das cuenta que el café empieza a hacer efecto... ¡¡Bien!! Es Martes... Y tienes un gran día por delante... Como una vez te dijo alguien muy especial: ¡Despierta!, ¡Hoy es el primer día del resto de tu vida! y es verdad que es así, porque hoy vas a hacer lo que te gusta, eres un profesional de los Videojuegos y ya te da igual lo que piensen de ti, porque a lo largo de estos mes te has convertido en un híbrido de programador-diseñador-empresario cuya única meta es crear un pequeño mundo en el que la gente pueda divertirse y evadirse.... ¡¡Vamos a ello!!
Vuelves corriendo a tu silla del Ikea... miras a tu alrededor y ves apuntado en una pizarra Masters of Arena. Sabes que esa es tu meta y lo único que te separa de alcanzarla son un buen puñado de días como el de hoy... Pero al fin y al cabo es lo que te gusta, es para lo que te has formado y es esa pequeña gran aventura de cada día, en la que te has embarcado con un par de personas mas, tus compañeros en este viaje, gente de tu plena confianza, con los que empiezas a tener la sensación que puedes estar construyendo algo muy chulo.
Quizás no esté del todo mal esto de hacer Videojuegos ;)
Matías González Marcos
Llanera, 28 de febrero de 2014