A pesar de algunas sonadas derrotas, el ejercito romano gozó de una ventaja competitiva sobre sus rivales.
Esta ventaja se sustentaba, entre otros, en los siguientes factores:
· Liderazgo, asumido por generales capacitados, conocedores de los campos de batalla y con visiones ganadoras de sus tropas.
· Estrategia y objetivos, persiguiendo con sus proyectos la expansión territorial romana.
· Superioridad tecnológica, con la producción en masa de todo tipo de armamento y con capacidad para innovar e incorporar mejoras desarrolladas por otros ejércitos.
· Formación, los soldados conocían muy bien su oficio y se entrenaban y formaban en habilidades administrativas, logística, etc.
· Excelencia en los procesos, como la logística, la selección de tropas o el sistema de recompensas.
Fuente: www.historiaclasica.com